Todos los sectores se mostraron dispuestos al acuerdo; Marín los convocaría para mañana o el lunes. Hay ocho millones de pesos de fondos políticos en juego que se repartirían en partes iguales. La ley prohíbe usar los mismos sellos partidarios en más de una list.


Néstor Kirchner, Juan Domingo Perón, Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Menem. Foto: LA NACION / HuadiLos tres sectores en que quedó dividido el justicialismo coincidieron ayer en que se sentarán a buscar un reparto consensuado de la simbología y de los fondos partidarios que, con plazo perentorio de cinco días hábiles, dispuso la jueza federal María Romilda Servini de Cubría.

Ese plazo ya comenzó a correr y vence el próximo miércoles, por lo que el tiempo que tendrán los representantes de Carlos Menem, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá -los candidatos habilitados a participar de la elección presidencial del 27 de abril-, es por demás exiguo.

Con esa premisa en mente el presidente del consejo nacional del PJ, el gobernador de La Pampa, Rubén Marín, se instaló ayer en la Capital Federal con la firme intención de convocar en las próximas horas a las partes a una reunión del órgano partidario a su cargo.

Ese encuentro, según especulaban voceros del menemismo y del duhaldismo, podría celebrarse mañana o a más tardar el lunes próximo.

"Definido el divorcio, ahora llegó el momento del reparto de bienes." La definición de un operador del sector que responde a Rodríguez Saá ilustra la situación a la que se enfrentan los tres frentes hegemónicos en que quedó dividido el PJ.

De esos bienes, sin duda, los más jugosos son los más de ocho millones de pesos que el Ministerio del Interior le debe al justicialismo.

Esa suma se conforma con el dinero que por ley el Estado garantiza a los partidos políticos, provenientes de un fondo permanente que administra la cartera política, y del peso por voto obtenido a nivel nacional por cada fuerza en relación a su última participación electoral.

Además de los fondos -que serán de vital importancia para sostener el costoso proceso de crear una fuerza política nueva que afrontarán los tres candidatos-, también están en juego el uso de la simbología partidaria. Se trata en este caso de una cuestión muy cara al sentimiento peronista. Pero, por sobre todas las cosas, resulta garantía de un caudal de votos fijos de aquellos electores que sufragan siguiendo una tradición histórica personal o familiar.

El escudo partidario y los retratos de Juan Domingo Perón y de Eva Perón representan, en su conjunto, toda la simbología histórica del peronismo. A esto se le debe sumar el uso de la famosa marcha partidaria compuesta por Hugo del Carril.

A última hora de ayer, todos los sectores coincidían en señalar que la división de los bienes se alcanzará sin mayores inconvenientes, y estaban expectantes de la convocatoria que realizará Marín.

Así, en diálogo con LA NACION el jefe del comando de campaña Menem Presidente, Julio César Aráoz confirmó que el menemismo está dispuesto a ir a la mesa de negociaciones a la que invitaría Marín.

"Estamos dispuestos a discutir el reparto del uso de símbolos y el reparto de los fondos, lo único que reclamamos son reglas claras; queremos que lo que se acuerde se cumpla", afirmó Aráoz que aprovechó la ocasión para criticar al duhaldismo. "No sería la primera vez que nos dicen algo y después no cumplen, como ocurrió con las elecciones internas."

Más aún, el operador menemista le restó dramatismo a la presentación que a primera hora de ayer realizó, Luis Giacosa, apoderado de la lista que encabeza el ex presidente, oficializando el nombre Frente Peronista y reclamando el uso exclusivo de la simbología partidaria.

"Es una forma de decir que aceptamos (el fallo de Servini) porque nos interesa desjudicializar el proceso para que se vote el 27 de abril", sentenció Aráoz.

En tanto, desde el duhaldismo el ministro del Interior, Jorge Matzkin, interpretó de la misma forma la movida menemista. "La presentación de un frente con nombre incluido es una forma de aceptación de la decisión de la jueza, por lo que debo suponer que no va a haber apelaciones", dijo.

No obstante, algunos sectores más duros del duhaldismo hicieron circular versiones en el sentido de que Eduardo Camaño podría convocar al congreso partidario -el mismo en el que Eduardo Duhalde hizo valer su fuerza numérica sobre el menemismo y enterró las elecciones internas-, antes de fin de mes "si no queda bien resuelto el uso de símbolos y fondos".

Sintonía

Pero todo parece apuntar a que no habrá mayores inconvenientes, ya que en la misma sintonía que Matzkin se expresaron voceros del coordinador de campaña de Kirchner, el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner.

"A nosotros nadie nos convocó todavía al consejo, pero no hay problema en sentarse a discutir", afirmaron cuando se los consultó sobre si tenían noticias de la intención de Marín.

Por su parte, Luis Lusquiños, operador político de Rodríguez Saá, se mostró más que dispuesto a definir de una vez por todas la cuestión de los frentes electorales en una reunión convocada por el consejo nacional, de la que dijo haber oído "informalmente".

"Confío en que impere el sentido común y esto llegue a buen término porque hay que definirlo antes del miércoles", aseguró.

El final de la historia comenzará a develarse cuando las partes se sienten a negociar, pero todo parece indicar que la solución pasará porque nadie utilice los símbolos partidarios, ya que el Código Nacional Electoral impide esa posibilidad para, así, evitar confusiones en la población analfabeta.


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/473426-los-candidatos-peronistas-se-alistan-para-negociar-la-simbologia-partidaria