En La Nación de hoy hay un artículo de Carlos Pagni sobre Repsol-YPF. El mismo comienza mencionando la visión crítica de expertos en energía sobre las políticas sectoriales adoptadas desde 2003:

El déficit de petróleo y gas que presenta la Argentina es una de las imputaciones más serias y sistemáticas que recibe el Gobierno por parte de la opinión especializada. El miércoles pasado, ocho ex secretarios de Energía (Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco) suscribieron un documento que expresa esa preocupación por la caída de reservas y de producción de hidrocarburos entre 2003 y 2010. Destacaron que la Argentina es el único país de la región donde la oferta de estos productos se retrajo.

Pagni luego documenta lo que podríamos llamar el vaciamiento de Repsol-YPF. En efecto, aunque se cuida de no usar esta palabra, con datos muestra que la empresa ha reducido su inversión en exploración, visto caer sus reservas de gas y petróleo (tampoco llama ficticios los nuevos descubrimientos de gas no convencional anunciados el año pasado, pero casi), inflar su deuda para pagar dividendos (para que los Eskenazi puedan transformar la deuda propia que tomaron para comprar la empresa en deuda de la empresa, ¡qué vivos!).

 

Cualquier empresa que se coma sus activos físicos y se endeude para repartir dividendos está en proceso de vaciamiento, más aun una empresa que produce un bien tan preciado como el petróleo. Repsol valida este accionar – pues como bien nota Pagni, los Eskenazi son los adminstradores a pesar de tener solamente el 15% de las acciones – ya que de esta manera pueden reducir su exposición en Argentina. Situación a la que se vieron obligados por el hostigamiento de Néstor Kirchner a través de retenciones móviles a la exportación de combustibles, y restricciones al pago de dividendos que, milagrosamente – por algo se quiere canonizar a Néstor – desaparecieron cuando se incorporaron los Eskenazi a la empresa.

Para ser sinceros el kirchnerismo exacerbó una tendencia que se había manifestado desde la privatización de YPF. La caída en la exploración de riesgo es secular (ver post sobre faltantes de nafta a fin de año pasado), aunque es posible imaginar que con un marco jurídico menos arbitrarios los altos precios de los últimos años hubieran incentivado la inversión. También se puede especular que una privatización que hubiese fraccionado a YPF en dos o tres (vertical u horizontalmente) hubiese estimulado la competencia y llevado a una mayor exploración.

 

También sería bueno que los periodistas que criticaron el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas a mano de Iberia vuelvan sus dedos acusadores a YPF-Repsol y el rol de los Eskenazi en este nuevo episodio de capitalismo salvaje à la argentina. Pero no creo que esto suceda, sino todo lo contrario: la nota de Pagni pasará desapercibida. Por eso termino este post con otro párrafo de la misma:

Según los estados contables al 31 de diciembre, y a pesar de esas declaraciones de directivos de la empresa a fines del año pasado, la producción de petróleo de YPF durante 2010 cayó el 3,6%, y la de gas, 7,9 por ciento.

A estas cifras se puede acceder en el sitio web de la CNV ( http://www.cnv.gob.ar ). Allí y en los formularios enviados a la SEC ( https://imagenes.repsol.com/ar_es/20-f_tcm51-568674.pdf ) se informa que las reservas probadas de petróleo de YPF representan hoy sólo el 35% de las que compró Repsol en junio de 1999. En aquel momento declaró tener 1517 millones de barriles. Hoy declara 531 millones de barriles de reservas probadas. En su ecuación actual, por lo tanto, YPF agotaría sus reservas probadas de petróleo en casi 5 años.


Fuente: http://economiaposible.wordpress.com/2011/03/21/repsol-ypf-y-la-exploracion-de-petroleo-en-argentina/