El nuevo Ministerio de Energía quiere blanquear la crítica situación del sistema; evalúan suspender los espectáculos deportivos nocturnos y obligar a los comercios a apagar los carteles publicitarios

"Lo único seguro es que habrá cortes de luz." Con esa sentencia premonitoria, un funcionario del Gobierno resumió ayer ante La Nación el escenario que maneja el nuevo ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, con respecto al suministro de los próximos días.
 
Su equipo estudia declarar la "emergencia eléctrica" y poner en marcha un plan de contingencia que permita sobrellevar las altas temperaturas de la mejor manera. En ese punto buscan diferenciarse de sus antecesores, como el ex coordinador de Planificación Roberto Baratta, que ordenaba a las empresas cortar la luz en determinadas zonas geográficas, pero sin que existiera una orden por escrito.
 
Ahora, según altas fuentes oficiales, no se buscará ocultar nada, sino más bien todo lo contrario: exponer crudamente la precariedad del sistema. Consideran que es una manera de que la gente tome conciencia del problema y acepte de mejor gana la quita de subsidios que, cuando se concrete, significará una suba sensible en la tarifa del servicio. Sólo una franja de hogares pobres y de usuarios jubilados quedará fuera del aumento.
En el Gobierno explicaron que en la actualidad la prioridad es mantener la integridad de los cables. Con las altas temperaturas, esa infraestructura se calienta y suele romperse, algo que hace más larga la reposición del servicio. Para evitar ese problema algunas alternativas involucran a los consumidores.
 
Por estas horas se evalúa transparentar la situación y pedirle a la demanda que ahorre energía debido a una situación de emergencia, que podría declararse. Es toda una novedad en comparación con lo que ocurrió en los 12 años de kirchnerismo, un período en el que siempre se negó la crisis eléctrica.
En el sector sostienen que el propio Presidente, Mauricio Macri, promueve la propuesta, con la intención de transparentar la mala situación de la electricidad. Tiene experiencia en el tema. En diciembre de 2013, cuando la ciudad de Buenos Aires estaba colapsada por los cortes de luz, decretó la "emergencia energética" y el asueto administrativo.

Bajo el paraguas de la emergencia eléctrica, una propuesta que las empresas distribuidoras, entre las que se destacan Edenor y Edesur, le hicieron llegar al nuevo gobierno, el Presidente podría ordenar que no se enciendan carteles publicitarios por la noche y vidrieras en horas pico, o suspender la realización de espectáculos deportivos nocturnos. Además, podría exigirles a los shoppings y supermercados que fijen el aire acondicionado en 24 grados.

Anteayer, la situación se tornó por momentos acuciante, con una demanda que orilló los 23.000 MW y, el jueves, según dijeron fuentes oficiales a DyN, "se estuvo a unos 300 megavatios del límite [técnico]". Ayer todo pareció más controlado debido a que la demanda a nivel nacional aflojó en parte.

El sistema nacional generador de energía tiene una potencia instalada del orden de los 26.000 megavatios (disponibilidad plena del parque térmico, hidráulico y nuclear) y el máximo histórico de potencia utilizada se alcanzó el 20 de enero de 2014, con 24.034 megavatios.

Encuentro con ex secretarios

Durante su primer día al frente del ministerio de Energía y Minería, Aranguren participó de un encuentro con los ex secretarios de Energía Daniel Montamat, Raúl Olocco, Emilio Apud, Alieto Guadagni, Julio Araoz y Jorge Lapeña.

Según un comunicado de la cartera, Aranguren les agradeció "los esfuerzos desplegados desde el año 2009 hasta la fecha para alertar sobre la crisis energética que sufre el país e iniciar el camino de debates y consensos, necesarios para salir de esta situación y encontrar una solución".

Asimismo, el funcionario ratificó la declaración de compromiso que Macri firmó cuando era candidato presidencial, como marco de referencia para elaborar los programas de gobierno por aplicar para el sector energético durante este período.

"Dicho compromiso fue considerado al preparar la organización del Ministerio de Energía y Minería, como también para recuperar la institucionalidad del sector y desarrollar las acciones de gobierno que permitan atraer las inversiones necesarias para mejorar la calidad de los servicios públicos bajo su órbita y la oferta de energía local que reemplace la abultada factura de importación que deteriora nuestras cuentas fiscales", señaló el comunicado.

"Aranguren se comprometió con los ex secretarios a mantener reuniones periódicas en las que se discutirá el avance y las mejoras a introducir en las políticas para el sector", se informó.