En el día de ayer se dio a conocer un documento redactado por un grupo de ocho ex secretarios de Energía que desempeñaron ese cargo entre los años 1985 y 2001.

El escrito —elaborado por los ex funcionarios Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco— plasma duras advertencias sobre la caída productiva de nuestros yacimientos y la dependencia de compras poco transparentes de gas al exterior. 
 El polémico documento incluye lo siguiente:
 
"En momentos en que debido al frío, y a la fuerte caída en la producción que se viene registrando desde hace varios años se vuelven a verificar cortes en el suministro de gas a las principales empresas, llega el anuncio de un acuerdo con Qatar, para la importación de gas natural líquido, en una zona de precios altos, por un plazo de veinte años, sin licitación y sin transparencia.
 
Estos hechos ponen de relieve algo que hemos venido advirtiendo desde hace tiempo: el gobierno carece de una política para el sector energético y reacciona frente a los problemas, con medidas carentes de análisis y lo que es todavía peor, ignorando los cuidados más elementales, cuando se trata de disponer de los recursos públicos, con el agravante de que estamos a cuatro meses de elecciones que pueden dar lugar a un cambio de gobierno. 
 
La operación no fue discutida ni analizada en la Argentina; no se conocen los estudios de factibilidad del proyecto; se desconoce la vinculación de este proyecto con los otros contratos de importación firmados por Argentina, ya sea con Bolivia o los correspondientes al recientemente inaugurado puerto de Escobar, a la vez que supone instalar una duda sobre las posibilidades de recuperar las reservas cada vez más declinantes del país por ausencia del esfuerzo exploratorio. 
 
No se conocen las condiciones del contrato: precio; fórmula de reajuste; penalidades en caso de no requerir las cantidades contractuales; posibilidad de reexportar, y mucho menos porque se eligió a Qatar como proveedor.
 
Según la información difundida, se trataría de un contrato por 100 millones de toneladas en 20 años, que podría alcanzar la suma de US$ 50.000 millones o más. Es un mal momento para hacer contratos de largo plazo porque los precios son muy volátiles: en USA los  precios de Henry Hub están bajos, en torno a los 4,5 US$/ MBTU en cambio en Europa y Asia los precios son más elevados, sin embargo se elige un proveedor de esta última zona.
 
Frente a ello, se impone una Auditoría de la AGN sobre esta operación, y de corresponderse deberían iniciar las acciones legales para evitar el daño al Tesoro Nacional.”
 
Hay que recordar que los cortes al suministro de gas a hogares y empresas son un clásico de los inviernos, y ya son siete las provincias sin combustibles, pese a los importantes yacimientos gasíferos que existen en la Argentina.
 
En ese contexto, diario Clarín publicó en el día de hoy una opinión desde Madrid, España, sin desperdicio alguno. “Las autoridades han salido del paso recortando el suministro a la industria para cubrir la demanda de los hogares, que lo reciben con un fuerte subsidio estatal. Pero como el método de los vasos comunicantes tampoco alcanza, el gobierno de Cristina Fernández decidió importar gas del remoto y desértico emirato de Qatar.
 
¿Por qué no de Bolivia que queda más cerca? Porque siendo aún más rico que Argentina en reservas gasíferas, el país vecino tampoco cubre sus necesidades.
 
 Aparte de pagar por el producto, el Gobierno deberá invertir otros 300 millones de dólares en la construcción de un puerto en el golfo de San Marcos (Río Negro) puesto que los barcos de Qatar, por su tamaño, no pueden entrar en los puertos ya establecidos de Bahía Blanca y de Escobar.”
 
A comienzos de este año, Tribuna publicó parte del entramado intercambio de recursos entre Cristina Fernández y Kuwait y Qatar:
 
“Casi sin que se mosqueara nadie, se anunció hace tres meses que los qataríes vienen por el agua, la tierra y el humus argentino, ese humus que se transforma en pocos meses en granos, aceites, carnes y otro tipo de alimentos. Todo en un marco de un proceso mundial de recesión en donde los “comoditties” siguen el ritmo del proceso global de “agflation” (inflación de los alimentos).
 
No ha trascendido, sin embargo, que Qatar, Emirato pérsico de impresionantes recursos petrolíferos, desearía un entendimiento más profundo con la Argentina, que no fuera el tradicional intercambio `petróleo por lo que necesitemos´ tan clásico de los países petroleros de la OPEP.
 
En concreto, lo que los qataríes quieren es 10.000 km2 de tierras por 99 años, un sistema de semi-soberanía, un acuerdo al estilo del Canal de Panamá. Lo que los árabes y qataríes entendieron, al parecer, es que el proceso kirchnerista da para largo, eso parece que les han vendido...”
 
Frente a este panorama, la propuesta de los ex ministros de auditar la compra no parece desencajada.
 
 
 
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodista