De Vido cuestionó los datos del informe que revela la situación crítica del sector; en medio de la polémica por la prohibición de presentarlo en la UBA, Lapeña, uno de los autores, sostuvo que la maniobra "no fue transparente"; el decano defendió la "autonomía" de su postura.


La presentación de un duro informe sobre la situación energética del país derivó en una fuerte polémica ya que su presentación fue suspendida en el ámbito donde estaba prevista originalmente, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Pese a la cancelación, los ocho ex secretarios de Energía de la Nación que elaboraron el informe, lo presentarán hoy, a las 18.30, en el Instituto General Mosconi. Los ex funcionarios Daniel Montamat, Alieto Guadagni, Enrique Devoto, Julio César Aráoz, Jorge Lapeña, Emilio Apud, Roberto Echarte y Raúl Olocco, advirtieron en el documento que hay "serios problemas estructurales sin soluciones a la vista" y pocas inversiones, entre otros puntos.

En particular, el informe plantea una "decadencia productiva persistente" y un "futuro incierto" para el sector, en el que, sostiene, no se desarrollan políticas de largo plazo.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, buscó restar credibilidad al informe, y contestó con dureza a los secretarios que lo elaboraron. En diálogo con Radio 10 aseguró que "está claro que es un planteo tendenciosamente politizado y maliciosamente politizado". Y apuntó contra los autores del informe: "Seguramente [formulan las críticas] porque ellos cuando estuvieron al frente de carteras tuvieron gran suma de fracasos. Por eso sus criticas de ninguna manera son pertinentes".

El ministro aseguró que "las criticas que no hay plan no tienen raigambre, ni tampoco se verifica en la realidad", y afirmó que el Gobierno tiene un plan energético, en el que lleva invertidos 14000 millones de pesos, y le quedan otros 50.000 millones para invertir hasta 2016.

De Vido señaló a los especialistas como "responsables" de haber llevado al país "al borde de la crisis energética en 2003", algo que, según sus palabras, fue revertido.

"Se trataba de la presentación de un trabajo hecho por una casa de altos estudios; era la presentación pública de un documento firmado, no había ningún debate", afirmó Lapeña. "Se habrán informado mal de que se trataba un debate", remató el ex alumno de la UBA, que había acordado el uso del Salón del Consejo Directivo de la universidad.

El decano de Ingeniería, Carlos Rosito, justificó ayer su decisión de cancelar la presentación del estudio crítico con el argumento que la facultad "no es una caja de resonancia de posturas políticas y partidarias".

En declaraciones a Todo Noticias, Lapeña replicó: "Si se prohíbe su difusión se está generando un hecho mediático que trasciende al documento en sí", sostuvo. "No sé si hubo censura", aclaró, pero opinó que "no fue transparente" el motivo que llevó a la suspensión de la presentación en la UBA.

Hoy, Rosito defendió la independencia de su postura: "La decisión fue autónoma, la tome yo. No recibí ningún llamado de nadie". En diálogo con TN, relató: "Hace aproximadamente un mes, un grupo graduados pidió el lugar para discutir el tema energético y yo cedí de muy beuna fe. El objetivo de hacer discusiones en la facultad es que nuestros alumnos y docentes participen, porque tenemos relación desde el punto de vista técnico económico, como de la generación de energías no convencionales, y por eso es bienvenido".

Sin embargo, el curso de lo que creía que era un "debate", tomó otro color desde la publicación de una nota en Perfil , el domingo pasado. "Esto tomo un carácter completamente diferente: se interpretó como un acto político; se desvirtuó la idea".

El decano dijo que los especialistas intentaron "usar" a la facultad para hacer "un acto de lanzamiento político, casi de campaña". Según reconoció a radio El Mundo, "el sistema energético está colapsado hace bastante tiempo", y "cuando falta poco para que haya elecciones, se pretende usar a la Facultad con fines proselitistas".

A estas palabras, Lapeña contestó: "El documento no era político. Es una cosa inédita que ocho ex secretarios de energía de signos dispares hayan llegado a un consenso tal que analiza una situación muy complicada y hace una propuesta a futuro".

El ex funcionario relató que el original se presentó a la Presidenta con un pedido de audiencia que no fue respondido.

La pintura del sector, según el documento. "Desde 2005, el sistema energético se comió 25 por ciento de las reservas de gas y 15 por ciento de las de petróleo", destacó Guadagni a radio El Mundo, al tiempo que subrayó que "actualmente se explora la tercera parte de lo que se hacía en los 90, aun con precios cinco veces mayores a lo de esa década".

Así, a tono con el polémico informe, alertó que la Argentina "pierde el autoabastecimiento" energético que tuvo desde los 80, y puntualizó que este problema " no se recupera con dos cosechas como en el campo, sino que puede llevar 10 ó 15 años". Guadagni advirtió que esta situación puede llevar a que el país "entre en una etapa de energía dependencia, con precios de importación en el mercado interno".

Según el ex secretario, "el Mar Argentino, que tiene grandes posibilidades, está prácticamente sin tocar". Esto se debe, según su opinión, con la que coinciden los otros siete firmantes, a la falta de inversión, no por la crisis mundial, sino "porque no hay condiciones institucionales de seguridad política ni jurídica para atraer a una inversión de alto riesgo".


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1120915-el-gobierno-busco-descalificar-el-documento-de-los-ex-secretarios-de-energia