Nuevos trabajos para los militares. La propuesta es del gobierno argentino. La OEA la aprobó por unanimidad. Corach quiere que las FF.AA. se vuelquen a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, lo que está prohibido por ley.


El ministro del Interior, Carlos Corach, y el embajador ante la OEA, Julio César “Chiche” Araoz. “Hay que pensar cuál tiene que ser el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha frente a estos fenómenos.”El terrorismo es la nueva hipótesis de conflicto que hoy existe en América”, aseguró ayer el ministro del Interior Carlos Corach desde Guatemala, donde la XXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la creación del Comité Interamericano de Lucha contra el Terrorismo (CICTE). El nuevo organismo nació a raíz de una propuesta presentada por el gobierno argentino durante la Segunda Conferencia sobre Terrorismo que se llevó a cabo en noviembre pasado en Mar del Plata. Corach, autor de la iniciativa votada favorablemente por unanimidad, explicó los alcances del comité con una definición que recuerda la Doctrina de la Seguridad Nacional: “El futuro nos presenta un escenario en el que la defensa de la soberanía pasará menos por la protección de las fronteras territoriales”, y que el comité “representa un nuevo mecanismo para derrotar a los enemigos de la libertad” en su nueva apariencia: el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado. También auspició replantear el rol de las Fuerzas Armas, que hasta ahora tienen prohibido participar en los conflictos internos del país.
El ministro afirmó: “A partir de la comprobación de los verdaderos desafíos en esta década en el continente americano, hay que empezar a pensar cuál tiene que ser el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha frente a estos fenómenos: el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado”.
En cuanto a las funciones del comité contra el terrorismo, Corach explicó que “prestará asistencia a los Estados miembros de la OEA que así lo soliciten, a los fines de prevenir, combatir y eliminar el terrorismo, fomentando, de conformidad con la legislación interna de los Estados, el intercambio de experiencias e información sobre las actividades de las personas, grupos, organizaciones y movimientos vinculados a actos terroristas”.
El CICTE tomo forma definitiva durante la Segunda Conferencia Interamericana sobre Terrorismo, que se desarrolló en Mar del Plata en noviembre del año pasado. En esa oportunidad, ante la presencia del secretario general de la OEA, el colombiano César Gaviria, los representantes de los 34 estados miembros acordaron “desarrollar la cooperación a fin de prevenir, combatir y eliminar los actos y actividades terroristas”.
En esa oportunidad, además de los jefes policías de todas las provincias, también participaron de la conferencia el jefe del Estado Mayor, general Martín Balza, el jefe de la Casa Militar y el ministro de Defensa Jorge Domínguez, como para que no queden dudas del interés que el tema tiene para las Fuerzas Armadas, aunque supuestamente estaría fuera de su órbita.
Ahora, con su aprobación, el organismo comenzará a funcionar en el mes de octubre, cuando tenga su primera reunión formal en la ciudad de Miami, Estados Unidos, en la que deberá implementar un directorio de competencias para la prevención, combate y eliminación del terrorismo, y una base de datos interamericana sobre esta cuestión.
Después del encuentro en Miami, el CICTE pasará a ocupar su sede en Washington, donde también funcionará la cabeza de la red interamericana de recopilación y transmisión de datos sobre temas de terrorismo. Para ultimar los detalles de su implementación, Corach se reunió en la noche del lunes con el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos de los Estados Unidos, Peter Romero, y con el subsecretario de Estado, Tom Pickering, quienes no ocultaron su alegría por la creación de este nuevo comité. Y felicitaron al ministro argentino, su principal impulsor.
Se supone que en la reunión preliminar los integrantes del comité deberán definir claramente qué es para ellos “terrorismo”, y cuáles son los límites del las tareas de espionaje que llevarán cabo los organismos de seguridad de cada país sobre sus habitantes. Durante la década del 70 la teoría de las fronteras internas y la invocación de la seguridadcontinental devenidas en terrorismo de Estado le costaron a la Argentina 30.000 muertos.