El presidente Carlos Menem intentará asumir una posición conciliadora entre los Estados Unidos y Cuba para lo cual prepara la estrategia que llevará a la II Cumbre de las Américas, que comenzará mañana, en Chile.

En ese sentido, el canciller Guido Di Tella se reunirá hoy, en la capital trasandina, con su par norteamericana, Madeleine Albright, mientras que el embajador en La Habana, Jorge Telerman, viajaba anoche a esta ciudad para informar al Gobierno sobre la posición cubana respecto de los cambios exigidos por la región para el sistema institucional de la isla.

El diplomático, precisamente, estuvo anteanoche con Fidel Castro, quien llegó en forma sorpresiva a la residencia del embajador argentino mientras eran agasajadoscon una recepción el gobernador de Córdoba, Ramón Mestre (UCR), y su comitiva, de visita en Cuba.

Menem y Bill Clinton se reunirán mañana en Santiago y se descuenta que el tema formará parte de la agenda bilateral.

Menem afina la estrategia sobre Cuba

El Presidente intentará anticiparse al pedido de Clinton de que la Argentina clarifique su posición respecto de la isla

Sin descuidar la intención presidencial de mediar entre los Estados Unidos y Cuba, el gobierno argentino puso en marcha una acción rápida para aplacar la preocupación norteamericana ante el incipiente acercamiento entre las administraciones de Carlos Menem y de Fidel Castro.

Mientras ayer se confirmó que la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se reunirá hoy, en la capital chilena, con el canciller Guido Di Tella, para tratar el asunto, a primera hora de hoy estaba prevista la llegada a Buenos Aires del embajador argentino en La Habana, Jorge Telerman.

En principio, el diplomático tendrá un encuentro con el canciller, por la mañana, para informarlo acerca de las últimas novedades políticas cubanas, de manera que Di Tella viaje a Santiago con suficientes datos para encarar el cónclave con Albright.

No se descarta que Telerman traiga, además, un mensaje de Castro, luego de que anteanoche el dictador cubano llegase sorpresivamente a la residencia del embajador, para saludar al gobernador cordobés, que visita la isla por razones comerciales, sobre lo que se informa aparte.

Di Tella, como anticipó La Nación en su edición de ayer, adelantó en unas horas su viaje a Santiago con el fin de aclarar la posición argentina respecto de Cuba ante Albright, cuyo encuentro, que se realizará a las 18 hora chilena, fue solicitado especialmente por el canciller argentino.

El jefe de la diplomacia quiere evitar que el presidente de los EE. UU., Bill Clinton, le haga pasar un mal momento a Menem a la hora de pedirle definiciones respecto de la política argentina con el régimen castrista.

Fuentes diplomáticas norteamericanas aseguraron a La Nación hace pocos días que Clinton instaría a su par argentino a que clarifique su postura en ese sentido.

Ambos mandatarios se reunirán mañana en Santiago, a las 13, antes del almuerzo que compartirán los presidentes que participarán de la Cumbre de las Américas, que se realizará este fin de semana en el país trasandino, en el que el único ausente será, paradójicamente, Castro.

Esfuerzos diplomáticos

Antes de partir hacia Santiago, Menem mantendrá una serie de reuniones en Olivos. Una, con funcionarios de primera línea para seguir de cerca la crítica situación por las inundaciones litoraleñas. Otra, estimaban en la Casa Rosada, con Telerman.

Si bien el embajador forma parte del riñón político del canciller, fuentes gubernamentales aseguran que Telerman está jugando un papel relevante en los intentos de Menem para acercar posiciones con Castro.

En la Cancillería predomina la sensación de que el representante ante La Habana "se está cortando solo", en tanto se insiste con que "la posición argentina no ha variado" en los últimos años en referencia a Cuba.

Di Tella y sus colaboradores inmediatos hacen ingentes esfuerzos para instalar ante la opinión pública y el mundo diplomático, principalmente ante Washington, la idea de que la Argentina está en sintonía con los EE. UU. en relación con Cuba, pese a que el Gobierno ha adherido a documentos de la región que cuestionan el embargo norteamericano sobre la isla.

Por un lado, Menem ha criticado con dureza al régimen castrista, pero por otro, luego de la visita papal a Cuba, en enero último, ha comenzado a enviar señales de acercamiento.

No sólo afirmó, en Miami, que de ser invitado a conocer la isla "consideraría" la propuesta, sino que ha enviado a La Habana a funcionarios argentinos de segunda línea, mientras otros tienen agendado ese viaje para los próximos meses.

A ello se sumó la "deferencia" que tuvo anteanoche Castro con Mestre, ante quien dijo, en la residencia del embajador argentino, que le gustaría visitar la Argentina, según confirmaron fuentes de la comitiva cordobesa.

Ingreso en la OEA

En la reunión que mantendrá con Clinton, Menem intentaría anticiparse a alguna mención que suene a reproche. Dejará sentado que la Argentina condiciona el reconocimiento de Cuba a la regularización democrática de la isla, pero ofrecería sus buenos oficios para que el régimen castrista se encamine hacia ese fin.

De todos modos, el tono y el tiempo de esa conversación dependerán en buena medida de los resultados del encuentro previo Albright-Di Tella.

Por otra parte, en la Cancillería no cayó bien que el designado embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Julio César Aráoz, haya afirmado el martes último que una de sus misiones será propiciar la reinserción de Cuba en el organismo regional.

Es que esa suerte de compromiso choca con los intentos del Palacio San Martín de aclarar a los EE. UU. que el Gobierno está de acuerdo con la incorporación de la nación caribeña en la comunidad americana, pero "en paz". Esto es, con notables giros de timón en materia de democracia, de apertura económica y de política de derechos humanos.

Aráoz no hizo mención a esos condicionamientos.

Fuentes de la Casa Rosada afirman que uno de los argumentos del Presidente para persuadir a Aráoz de que deje la Secretaría de Lucha contra la Drogadicción para hacerse cargo de la embajada ante la OEA habría sido, precisamente, la responsabilidad de semejante misión. Pero sin desatender el "lobby" que el ultramenemista cordobés podría hacer dentro de la comunidad americana en pro de la segunda reelección consecutiva de Menem.


Fuente: www.lanacion.com.ar/93838-intenta-mediar-el-gobierno-entre-cuba-y-ee-uu